viernes, 21 de octubre de 2016

Los stop loss son necesarios



No deberíamos trabajar sin stop loss, siempre nos surge el problema de cómo ponerlos. Esto es más difícil de lo que parece. Requiere mucho estudio de nuestra propia táctica. Demasiado cerca acabarán lastrando la operativa de manera notable, demasiado lejos perderemos demasiado. No es fácil, pero el doctor Steenberger da aquí una variante teórica al asunto que creo es de mucho interés. Lo traigo a colación por la violencia de los días en que nos movemos.

 Los stop-loss en el trading: ¿los necesitamos al operar?
  
Henry Carsten ha escrito recientemente sobre distintas formas de gestionar el riesgo aparte de con los stops. He observado que los traders tienden a utilizar puntos de stop-loss que no sólo están basados únicamente en el precio, sino que además suelen estar en puntos relativamente obvios. Por ejemplo, alguien que esté corto pone un stop justo por encima de un máximo reciente o viceversa. Los stops justo por debajo o por encima de un rango lateral reciente también son habituales.
El problema con estos stops es que son objetivos naturales para los programas algorítmicos que explotan las asimetrías en las órdenes de compra y venta y en las tendencias. El trader que utiliza stops obvios sufre las rupturas falsas, saliendo de las operaciones justo antes de que se den la vuelta y se muevan en la dirección pretendida. 
Una buena forma de valorar sus stops es hacer un seguimiento del mercado justo después de que le haya saltado el stop. ¿Le suele ahorrar dinero su stop? ¿Le protegen del riesgo o le privan de oportunidades? La mayoría de los traders nunca ha examinado en profundidad el verdadero valor de sus stops; simplemente asumen que los stops son necesarios (que lo son) y los coloca de forma intuitiva (y obvia). 
A lo largo de los años, he descubierto que situar los stops más lejos de mis entradas, en puntos en los que mi idea de trading subyacente esté claramente equivocada contribuye a evitar que me salten cuando la idea es correcta. Estos stops de precio sirven para evitar una catástrofe. En mi operativa me han resultado más efectivos, en general, los stops basados en indicadores y en el tiempo transcurrido. 
Un ejemplo de stop basado en un indicador sería un aumento repentino en el TICK de la NYSE hasta nuevos máximos o mínimos en contra de mi posición o un aumento en el volumen al alza o a la baja en contra de mi posición. Tan pronto como veo este aumento cierro la posición y vuelvo a evaluar la situación. La mayoría de las veces, ese aumento indica que la tendencia a corto plazo se ha movido en mi contra y que no es una buena idea luchar contra la misma. 
Los stops basados en el tiempo surgen de mi observación de que mis mejores operaciones tienen una buena ejecución y suelen moverse a mi favor con relativa rapidez, con muy poco drawdown. Si tengo que esperar y esperar en la operación, las probabilidades de que se mueva a mi favor disminuyen: los factores que me hicieron realizar la operación no siguen estando en vigor. De forma parecida, si el mercado se mueve en mi contra nada más entrar, generalmente me resulta mejor cerrar la operación con una pequeña pérdida y volver a evaluar la situación. 
  
Es importante tener puntos de stop-loss para las operaciones. Como he señalado con anterioridad, todo el mundo tiene un punto de stop-loss: o bien uno explícito, basado en el movimiento del mercado, o bien uno basado en el dolor. Este último puede eliminar los beneficios de varios días de buen trading. 
  
Pero aunque es importante tener stops, no necesariamente todos los stops tienen que basarse en el precio. Debería cerrar una posición cuando vea que la idea subyacente es incorrecta, no simplemente cuando haya perdido una cierta cantidad de dinero. 
  
Traducido del original: Stop-Loss Points in Trading: Do We Need Stops When We Trade?

Fuente: Jose Luis Cárpatos      estrategiasdeinversion.com


Perfecta explicación de lo que dijo ayer el BCE


     Fuente: Jesús Sánchez Quiñones        expansion.com

  Desde que los bancos centrales se convirtieron en los principales actores de los mercados financieros, cualquier análisis o previsión sobre el futuro comportamiento de los distintos activos debe tener en cuenta la sostenibilidad de la actuación de las autoridades monetarias. Lamentablemente, los datos fundamentales de las empresas y de los emisores de bonos quedan en un segundo plano, al menos de momento.
                El comunicado del BCE de su reunión de esta semana deja entrever que las compras en los mercados de bonos continuarán más allá de marzo de 2017 "... hasta que observe un ajuste sostenido de la senda de inflación que sea compatible con su objetivo de inflación". Teniendo en cuenta que la propia previsión de inflación del BCE para 2018 es del 1,6%, por debajo del objetivo del 2%, parece obligado a prorrogar el periodo de compra de activos.
                Para seguir comprando bonos más allá de marzo de 2017 el BCE tendrá que cambiar las reglas que se había autoimpuesto:
-          De momento sólo puede adquirir el 33% de cada emisión de bonos soberanos. Modificar esta norma es la más sencilla, aunque acabe siendo el principal tenedor de cada uno de los bonos. Por tanto, los precios de los bonos seguirán estando totalmente distorsionados por la intervención del BCE.
 -          Plazos: actualmente entre 2 y 30 años. Se especula con la ampliación desde vencimientos de apenas seis meses hasta 50 años. Durante este año 2016, al menos Italia, Bélgica, Francia, Austria, y esta misma semana España han emitido bonos a 50 años. Comprar y mantener a vencimiento bonos a 50 años  a tipos de interés sólo explicables por la adulteración del mercado se parece mucho a una pseudo reestructuración de deuda, aunque sea en cantidades reducidas.
 -          Tipos de interés. Actualmente el BCE sólo adquiere bonos con una rentabilidad al menos igual a la tasa que aplica el propio BCE a los depósitos de los bancos (Facilidad Marginal de Depósito). Hoy en día situada en el -0,4%. Es decir, el BCE adquiere bonos teniendo la certeza de que manteniéndolos a vencimiento va a perder dinero. A precios actuales, el 24% de los bonos soberanos de la Eurozona presentan tipos inferiores, y por tanto no son susceptibles de ser adquiridos por el BCE.
Podrá aprobarse la adquisición a tipos inferiores al -0,4% actual, pero sin reducir el tipo de la Facilidad Marginal de Depósito por los efectos tan perversos en la banca y en la penalización de la liquidez.
 -          Proporción de compras. El BCE adquiere bonos soberanos de cada país en la misma proporción de la participación cada estado en el capital del BCE (clave de capital). Por tanto, adquiere más del doble de bonos alemanes que españoles, y más de diez veces bonos alemanes que portugueses.
Modificar esta regla es la más problemática. La oposición de países como Alemania, Finlandia u Holanda sería considerable. Supondría una verdadera sorpresa que se llegase a modificar la proporción de compras por países.
               El BCE seguirá erre que erre comprando bonos, pero con el 50% de los bonos alemanes y el 24% de los bonos de la Eurozona con una rentabilidad por debajo del -0,4%, su capacidad de seguir presionando los tipos a la baja es muy limitada. Si los tipos no bajan, los precios de los bonos no suben.
               El BIS (Banco de Pagos Internacionales) repite insistentemente que los bancos centrales sólo pueden ganar tiempo para que los Estados hagan las reformas necesarias para lograr un mayor crecimiento potencial. Por su parte, los gobiernos no ven la urgencia de llevar a cabo reformas, siempre dolorosas e impopulares a corto plazo, si se pueden financiar casi gratis o incluso reciben dinero por pedir prestado (¡?).
               Conviene recordar que en la primavera de 2015, coincidiendo con el inicio de las compras del BCE, el bono alemán pasó de ofrecer una rentabilidad del 0,07% al 1%, provocando una caída en precio del 10%. El resto de la renta fija tuvo un comportamiento similar. El BCE asegura que seguirá comprando, pero no podrá evitar episodios de nervios en los mercados de renta fija con potenciales pérdidas de consideración para determinados inversores. Su actuación no puede ser ilimitada en el tiempo, pero de momento erre que erre.

Con la gasolina justa


Los 9.130 van a ser dificiles de pasar a la primera.



Gráfico: @Bolsacarlosmari

Draghi aplaza decisiones


El BCE no quiso complicarse, aplaza cualquier decisión, ésto significó tranquilidad para las bolsas europeas y, permiso para seguir subiendo.

En este punto (9.000-9.050), como dije ayer, escogería hacer caja y evitar cualquier sorpresa.

Por mi parte, durante lo últimos días no he podido seguir de cerca el mercado, he preferido operar con fondos de inversión. Creo que la clave para conseguir buenos resultados es tan simple como saber cuando estar comprados y, cuando estar fuera o ser bajista. En este blog voy comentando cómo lo veo diariamente y, después de dos años, los resultados están siendo muy satisfactorios.