La sangría a la baja se detiene, de momento por un día. Ayer me decidí a comprar por la gran sobreventa intradiaria. Lo hice en ese momento porque después no podía conectarme. Sabéis que opero con casi las dos manos atadas, sin gráficos en móvil y estando delante de la pantalla algún rato.
No me gusta operar contra el sistema, porque me podría llevar un disgusto en cualquier momento, pero a veces hay que arriesgar y anticiparse.
Si el rebote se impone con fuerza, acabaré vendiendo. Hay que ser dinámico y no permanecer inmóvil.
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