miércoles, 4 de octubre de 2017

Depósitos en bancos catalanes



Fuente: Jose Luis Cárpatos

En la actualidad, tener una cuenta o un depósito o lo que sea en Caixabank o en Banco de Sabadell no tiene ningún problema, ni en Valladolid ni en Barcelona. Siguen estando en vigor las leyes habituales, son dos bancos sobre los que no se han visto señales de alerta recientemente en sus ratios y demás, y está protegido el dinero de los clientes de la manera habitual hasta 100.000 euros. El BCE por su parte da apoyos de liquidez de forma ilimitada si es necesario.
La situación política en Cataluña puede ser la que sea, pero desde el punto de vista jurídico, no hay ningún cambio. Incluso aunque se diera, como dicen algunos medios, una declaración unilateral de independencia, por ejemplo el domingo, jurídicamente no tendría valor, teniendo en cuenta  las declaraciones realizadas por el gobierno español y por la Comisión Europea, no sería reconocida como válida.  Los bancos catalanes seguirían estando exactamente igual respecto a lo que hemos dicho. Nada cambiaría, y la tutela de las garantías y de la liquidez sin cambios.
Sólo en el caso de una independencia efectiva jurídicamente y reconocida, sería cuando las cosas cambiarían. Y eso ahora parece, con los datos disponibles en la mano, algo muy remoto ni a corto ni a medio plazo.
En ese caso, si la independencia supusiera, y no vamos a entrar en valoración alguna, que el BCE sigue respaldando los bancos dentro de ese nuevo país, las garantías seguirían igual, pero entonces entraríamos en un riesgo de liquidez de las entidades del nuevo país. Porque ya se ha visto, como en el caso del Popular, que si cunde el pánico y hay fuga de depósitos, la ayuda del BCE puede no ser suficiente. No vamos a hacer de adivinos y a adivinar si cundiría el pánico o no, pero evidentemente es una posibilidad. Si esto pasa, las entidades que operasen ahí podrían declarar un corralito para protegerse.  Y ojo, porque aquí viene el error, solo se habla de Caixabank y Sabadell, pero este asunto afectaría a todos los bancos que operasen dentro, sin excepción.
Si el nuevo país quedase fuera de la eurozona, no es prudente pensar que sin el apoyo del BCE y fuera de las garantías de 100.000 euros, no hubiera peligro de que pasara lo anteriormente dicho, y de nuevo la liquidez podría ser un nuevo problema.
Estos dos escenarios antes citados son muy poco probables.
Volvamos al escenario más normal. Ya se declare la independencia unilateral o no, la situación jurídica es la misma. Y no se trata, volvemos a repetir, del caso de Caixabank y de Sabadell, sino de toda la banca que opera en Cataluña. Están en vigor todas las garantías jurídicas y legales, y está el BCE detrás. Y evidentemente si hay un movimiento de temor, lo normal es que se cambie de sucursal.
Además, como se ha visto hoy con la reacción psicológica de las bolsas con Oryzon tras trasladar la sede de Barcelona a Madrid, para estas dos entidades, que son enormes, bastaría con cambiar su sede a otra ciudad fuera de Cataluña para que ya en ningún caso pudiera afectarles escenarios como los de antes.
Aclarado todo esto, resumiríamos:
1.- Ahora mismo el riesgo real de tener una cuenta en un banco catalán es muy bajo, aunque en los escenarios peores el problema no sería de los dos bancos catalanes sino de todos los que operen en Cataluña.
2.- En bancos no catalanes no vemos riesgo ni remoto.
3.- En bancos catalanes el único riesgo podría venir de sesgos sociológicos muy difíciles de valorar.
Este punto tres es el único riesgo real que hay en la práctica. Me explico. La reacción de la sociedad ante un proceso político como este es imprevisible. Si a la gente le da por sacar el dinero de estos dos bancos por motivos sociológicos podrían tener problemas de liquidez. Y al revés, supongamos que entonces cambian de sede, los problemas de retiradas por motivos sociológicos podrían producirse igualmente desde dentro de Cataluña. Es muy difícil de precisar, pero no creo que estemos hablando de riesgos graves. Es muy posible que al final estemos hablando de traspaso de dinero entre sucursales con lo que al banco al final le da igual, aunque también podría haber salidas de dinero hacia otras entidades con menor riesgo sociológico.
La conclusión final de este repaso de escenarios, insisto sin ninguna valoración política sino meramente económica, sería que el riesgo es bajo o nulo, que los escenarios realmente peligrosos son remotos, y que hay que llamar un poco a la calma.  Si vemos que la situación varía, no duden que volveremos inmediatamente a hacer un análisis de urgencia revaluando la situación.

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