martes, 3 de enero de 2017

Análisis de J.P. Morgan para 2.017


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Lecciones del año que dejamos atrás


Fuente: Jesús Sánchez Quiñones     Director Gral. Renta 4 Banco


El análisis de la evolución de los mercados financieros y de los hechos que han influido en dicho comportamiento durante el ejercicio, proporcionan algunas lecciones de cara al año próximo.
      - Los mercados financieros siguen intervenidos por la actuación de los bancos centrales. Sólo la intervención del BCE justifica los actuales tipos de interés de los  bonos soberanos europeos. Casi el 35% de todos los bonos soberanos de la Eurozona ofrecen rentabilidades negativas. Países como España reciban dinero por endeudarse en emisiones hasta dos años.
       - La represión financiera seguirá presente durante algún tiempo. La rentabilidad 'positiva' sin riesgo ha desaparecido. Los ahorradores e inversores más conservadores tendrán que asumir riesgo si desean lograr algo de rentabilidad. La inmensa mayoría de los fondos monetarios proporcionarán rentabilidad negativa en 2017. El propio BCE está fomentando la asunción de riesgos por personas y entidades que en muchos casos no están ni acostumbrados, ni preparados para soportar la eventual  materialización de alguno de los riesgos asumidos. Los ahorradores son los grandes damnificados de los tipos negativos.
      - La actuación de los bancos centrales en caso de fuertes caídas de los mercados financieros sigue siendo una realidad, minorando la percepción de riesgo. Aunque no evita episodios de fuertes turbulencias en las cotizaciones, sÍ ayuda a que éstas se recuperen con cierta celeridad. Este 'seguro' (put) de los bancos centrales no será eterno.
      -  A pesar de que el Eurostoxx se encuentra ligeramente por encima del nivel de principio de ejercicio, hemos asistido a tres caídas durante este año superiores al 10%, seguidas de rápidas recuperaciones de las cotizaciones. Prácticamente todos los años la volatilidad de los mercados financieros ofrece una o varias oportunidades de inversión tras considerables caídas sin que la situación de fondo haya cambiado sustancialmente. Este año no ha sido una excepción.
       - El riesgo de iliquidez en la renta fija corporativa se plasmó en el mes de febrero de este año. Bonos de empresas de pertenecientes al Ibex35 sufrieron pérdidas superiores al 10% en escasos días. Lo más grave fue la falta de liquidez para aquellos inversores que necesitan vender. Este riesgo no reside sólo en los bonos corporativos españoles. Habrá que analizar especialmente la liquidez de algunos fondos cotizados de renta fija (ETFs) cuya liquidez real dista mucho de ser la esperada.
      - El temor a la deflación ha desaparecido. En breve se comenzará a comentar el aumento de la inflación. EE.UU. y Reino Unido llevan la delantera a la Eurozona y a Japón, pero ya nadie hablará de deflación.
      - Por primera vez desde el inicio de la crisis, la Reserva Federal estadounidense seguirá una política de subida de tipos de interés mientras que el BCE y el Banco de Japón siguen inyectando dinero en la economía y manteniendo los tipos de interés en negativo. Esta disparidad de actuación entre la Reserva Federal y el BCE será difícil de mantener y supone uno de los grandes riesgos de 2017.
      - A pesar de la fuerte subida de la bolsa norteamericana tras el triunfo de Trump, las medidas que finalmente se acaben aprobando y cuánto tiempo tardarán en hacerlo son una incógnita. El mercado puede haberse excedido en el descuento de expectativas.
En definitiva, la valoración de los activos financieros sigue distorsionada por la intervención de los bancos centrales, siendo la prueba más evidente de ello los tipos de interés negativos. Los principales damnificados de esta situación siguen siendo los ahorradores e inversores  más conservadores. A pesar de las innumerables incertidumbres el crecimiento mundial sigue manteniéndose a buen ritmo. Las turbulencias y la volatilidad serán una constante en el próximo año, lo mismo que lo han sido en el año que finaliza. Dichas turbulencias volverán a ser oportunidades de inversión para aquellos que sepan aprovecharlas.


Hay que conocer "las tripas" de los productos donde se invierte


2016 yield
Petróleo 45% ETF Petróleo 6,5% :




Gas Natural 60% ETF Gas Natural 8%:





Fijémonos en los beneficios/BPA



Muchas empresas de crecimiento siguen este patrón, dudas,expectativas, locura, decepción, realidad.

A largo plazo el BPA suele mandar.






Fuente: 

Mercado de derivados. El Reino Unido lo "copa"




Fuente: 

www.bloomberg.com/news/articles/2016-07-03/quicktake-q-a-brexit-puts-financial-clearing-work-up-for-grabs?utm_content=brexit&utm_campaign=socialflow-organic&utm_source=twitter&utm_medium=social&cmpid%25253D=socialflow-facebook-brexit&cmpid=socialflow-twitter-business


Los CFDs son una ruina para los inversores. Reino Unido se los "carga"


Los CFD (contratos por diferencias), uno de los productos de inversión más populares gracias a su alto apalancamiento y a la enorme publicidad que han recibido, pueden estar heridos de muerte. El supervisor británico, la FCA, ha impuesto unas limitaciones muy estrictas a su comercialización entre inversores minoristas debido a que la inmensa mayoria de los clientes acaban perdiendo dinero con ellos. La CNMV ya alertó en 2014 de que se trata de un producto complejo de alto riesgo que no es adecuado para los inversores no profesionales. Las medidas en Reino Unido amenazan el futuro de los CFD en todo el mundo.
Los CFD tienen el gran atractivo de que permiten apostar por la subida o la bajada de una acción con una inversión muy inferior de la que supondría comprar directamente esas acciones (eso es el apalancamiento). Esto implica que se puede ganar muchísimo si se acierta... pero también se puede perder más de lo invertido si se falla.
Según la FCA, el 82% de los clientes que invierten a través de estos productos acaba perdiendo dinero; en 2014, la CNMV apuntaba a un porcentaje del 75% en España. De ahí que haya anunciado la posibilidad de establecer un límite al apalancamiento hasta un nivel de 25 a 1 (el actual es incluso mayor). Asimismo, está considerando prohibir las ofertas comerciales que regalan dinero a los inversores que se cambian de broker, algo parecido a lo que hacemos en España con los planes de pensiones.

Los grandes del sector se hunden en bolsa

"Tenemos serios temores a que un creciente número de clientes particulares estén operando en CFD sin entender adecuadamente los riesgos que implican, y el resultado es que pueden incurrir en pérdidas rápidas, grandes e inesperadas", según Christopher Woolard, portavoz de la FCA. Este anuncio ha provocado un fuerte desplome en la Bolsa de Londres de los tres principales proveedores de estos productos: IG Group (donde participan BlackRock, M&G, y Legal & General), CMC Markets y Plus500 (que tiene como accionistas a JP Morgan y Odey).
No obstante, en la City se piensa que las caídas de los tres gigantes del sector son un daño colateral, y que la actuación de la FCA se dirige más hacia operadores más pequeños y opacos, que en muchos casos operan desde países fuera de la regulación europea. De hecho, la CNMV ha alertado también en varias ocasiones de brokers que vendían CFD sin estar registrados; hace apenas un mes, lo hizo con Broker CFD. En 2012 suspendió pagos otra de las firmas más conocidas, WorldSpreads, con unos 1.000 clientes en España.

Pérdida media de 3.300 euros en España

En el caso español, la CNMV estimaba que la pérdida media por inversor alcanza los 3.300 euros, e incluso alcanza el millón en casos concretos. Además, al no tratarse de un instrumento estandarizado y ser negociado de forma bilateral, el proveedor puede aplicar sus propias condiciones y comisiones. Esa es la gran ventaja para los vendedores, que además cobran un interés a los clientes por las posiciones abiertas (en el fondo, un CFD es una compra o venta de acciones a crédito). Y explica sus agresivas campañas comerciales, puesto que les proporcionan una rentabilidad muy elevada.
Los CFD tienen las ventajas de los futuros -apalancamiento, posibilidad de ponerse bajista y liquidación diaria- pero sin sus inconvenientes: los CFD no tienen vencimiento y no hay que cambiar de contrato todos los meses para mantener las posiciones a largo plazo. Además, combinan estas ventajas con las de la inversión directa en acciones, ya que replican directamente su movimiento en bolsa frente a los 'warrants', donde influyen otros factores como la volatilidad o el valor temporal.

Fuente: elconfidencial.com